Celebrado este lunes 28 de agosto, el Día del Avicultor de este año conlleva motivos especiales para conmemorar, destaca el presidente de la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA), Ricardo Santin.
El primero es la conservación del estatus sanitario de Brasil. Después del primer registro de influenza aviar en la historia del país (ocurrido en aves silvestres), la unión de esfuerzos de productores de todo el país, integrados a las medidas de las empresas y al amplio trabajo de monitoreo y gestión de crisis del Ministerio de la Agricultura permitieron al país seguir libre de la enfermedad, sin ningún foco en la producción comercial.
“Aquí cabe destacar la articulación encabezada por el Ministerio de la Agricultura, junto con el sector productivo y todos los eslabones de la cadena en el control total para el mantenimiento de la bioseguridad. Entre estos, los avicultores son los que sobresalen. En sus manos está la importante responsabilidad de poner en práctica los protocolos de bioseguridad que protegen el sector productivo”, resalta el presidente de la ABPA.
Con la conservación del estatus sanitario de Brasil como libre de influenza aviar ante la Organización Mundial de Salud Animal (OMSA), dice Santin que “el sector productivo camina hacia la recuperación después de un período de desafíos, frente a las alzas históricas de los costos de producción”.
“El maíz y la harina de soya están en un cuadro más favorable del que venimos presentando lo largo de 2020 a 2022, cuando el sector estuvo a prueba fuertemente y la resiliencia de los productores hizo la diferencia para el mantenimiento del abastecimiento interno y de las exportaciones. Por otro lado, algunos costos siguen elevados, como el precio del diésel y de los materiales de embalaje. En este contexto, las exportaciones deberán ser el principal propulsor del sector, con la ampliación de la demanda de diversos mercados del mundo, tanto en el caso de la carne de pollo como para los huevos”, evalúa.
Proyecciones para este año
Para la carne de pollo, según las proyecciones de la ABPA divulgadas el 16 de agosto, la producción llegará a las 14,95 millones de toneladas producidas a lo largo de 2023, un número 3% superior al registrado en el mismo período del año pasado, con 14,52 millones de toneladas.
Las exportaciones totales llegarán a las 5,20 millones de toneladas, volumen 8% superior a los embarques registrados en 2022, con 4,82 millones de toneladas. Por otro lado, la disponibilidad de productos en el mercado interno llegará a las 9,85 millones de toneladas, volumen 1,5% superior a las 9,70 millones de toneladas registradas en 2022. Con esto, el consumo per cápita de carne de pollo quedará en 46 kg este año, cifra 1,5% mayor que los 45,2 kg per cápita registrados en 2022.
En el caso del sector de huevos, la producción total del país llegará a las 52 550 millones de unidades en 2023, número 1% mayor que las 52 060 millones de unidades producidas en 2022. El consumo per cápita de huevos del Brasil cerrará el año en torno a las 242 unidades, una cifra 0,5% mayor que las 241 unidades per cápita consumidas en 2022. En las exportaciones, las proyecciones indican embarques totales de 32 500 toneladas de huevos del Brasil, cifra 240% superior al total exportado en 2022, de 9 470 toneladas.
“Tanto los productores de carne de pollo como los de huevos perciben incluso más oportunidades en el mercado internacional. El trabajo de excelencia hecho por las granjas se suma a los esfuerzos que generan oportunidades comerciales que hoy equilibran la oferta y mejoran la rentabilidad de toda la cadena productiva. Más exportaciones significa más ingresos en divisas, empleo y renta para el país. Este es un trabajo estratégico que comienza en la base, en las familias de los avicultores de Brasil que se dedican a la producción diferenciada por la calidad, por la sostenibilidad y por la bioseguridad ”, concluye el presidente de la ABPA.