La industria avícola brasileña se encuentra en riesgo de desabastecimiento en los supermercados si continúan los bloqueos en las carreteras del país de los manifestantes bolsonaristas contrarios al resultado de las elecciones.
Algunas fuentes afirman que el transporte de animales y granos usados en alimentos balanceados está bastante comprometido en los estados sureños de Santa Catarina y Paraná, entidades clave en la producción de pollo.
Según fuentes de la industria citadas por UOL, “a diferencia de la huelga de los camioneros de 2018, en este ocación no hubo tiempo ni aviso previo para que se preparara la industria para minimizar los efectos”. Aquella vez, tanto las plantas como las granjas almacenaron granos para alimentar a los animales.
Se mencionan tres cuellos de botella que la industria enfrenta actualmente con los bloqueos en las carreteras:
- Transporte de alimento a las granjas
- Transporte de animales a las plantas de procesamiento
- Salida de la producción para distribución y venta
Al no poder sacar contenedores de las plantas a los puertos, se van a ver en la necesidad de parar actividades. Según se informa, el 45% de la capacidad de sacrificio de pollos ya está parada, debido a la dificultad de transporte de aves vivas de las plantas de procesamiento. Además, tampoco se cuenta con mucha capacidad de almacenamiento en las plantas.
El sector avícola alerta que la situación en las granjas brasileñas es de emergencia, pues podría faltar alimento para las aves si no se quitan los bloqueos de las carreteras del país. Se teme que las aves con hambre empiecen a canibalizarse y se necesite realizar el sacrificio sanitario.
En la noche de este miércoles 2 de noviembre, el presidente Jair Bolsonaro publicó un video en sus redes sociales haciendo un llamado al desbloqueo de las carreteras. Bolsonaro dijo que “el cierre de las carreteras perjudica el derecho de vía de las personas”.
Si Brasil sacrifica 25 millones de aves al día, se requieren entonces que nazcan 25 millones de pollitos al día. Al no tener la seguridad de que se van a poder llevar a la granja estos pollitos, habrá que romper esos huevos y destinarse a harina o coproductos de origen animal.
En cuanto a los precios al consumidor, parece ser que aún no ven afectados por los bloqueos, pero puede llegar a suceder. Va a comenzar a faltar producto y va a ser más caro en los anaqueles.
“Lulistas y bolsonaristas tienen que comer”, es una cuestión de seguridad alimentaria. “Todos tenemos responsabilidad en el bienestar de esos animales, y en la conservación de la salud pública”.