Desde 2017, la multinacional estadounidense incursionó fuertemente en la producción de carne de pollo en el país suramericano, con la adquisición de las marcas Bucanero y Campollo. Hoy, siete años después, Cargill en Colombia representa aproximadamente el 15% del mercado nacional de proteína.
Esto le ha permitido convertirse en un actor clave en el sector de proteína, además de desarrollar doce plantas productivas y centros de distribución, como Villagorgona y unificación en Barranquilla. Estas acciones han generado 7.000 empleos directos.
«En estos siete años, hemos reafirmado nuestro compromiso con Colombia, un país que ofrece grandes oportunidades y con el que compartimos la visión de un crecimiento sostenible e inclusivo. Para Cargill, no solo se trata de generar valor económico, sino también de mejorar las condiciones de vida de las comunidades rurales, impulsar la equidad de género y reducir nuestro impacto ambiental. Creemos firmemente que el futuro de la agricultura es verde y equitativo, y estamos aquí para liderar ese cambio junto a los colombianos», destacó Xavier Vargas, presidente Cargill, Grupo Food – Latinoamérica.
El conglomerado se ha comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 10% para 2025, optimizando el uso del agua y la energía en sus operaciones agrícolas. En su planta de beneficio en Villagorgona, el 30% de la energía utilizada proviene de fuentes solares, lo que ha permitido una disminución de 10.071 toneladas de CO2 desde el año 2020.
Igualmente, la implementación de proyectos generadores de electricidad a partir de biomasa, gas natural y energía solar ha permitido a Cargill reducir su huella de carbono, alineándose con los objetivos globales de sostenibilidad.