Hace unos meses surgió en España una campaña denominada “Si yo no produzco, tú no comes”, una iniciativa que surge de la mano de Agrifood Comunicación y de las Cooperativas Agroalimentarias de España con un titular que llama la atención. Entrevistamos a Ricardo Miguelañez coordinador general de la campaña, que además de ingeniero agrónomo, es director de Agrifood Comunicación.
En toda Europa en general y España en particular, ya desde hace tiempo los productores de alimentos –tanto de origen vegetal como animal– sufren distintos ataques del modelo de producción establecido por la Unión Europea que impide que se pueda producir “como entendemos que se tiene que hacer para poder cumplir la misión que tienen los productores de alimentos: poner alimentos y bebidas al servicio y a disposición de la sociedad”, señala Ricardo Miguelañez. Esto hace inviable la producción. Veamos, por ejemplo, el caso de lo que costará la producción de huevo sin jaulas en España.
Por otro lado, “muchos productores dejan su actividad, se jubilan o van a otro tipo de actividades, porque es imposible producir alimentos de esa forma al precio que la sociedad europea quiere pagar”, añade.
Visibilizar la producción de alimentos
Lo que propone Agrifood Comunicación y todos los participantes de la campaña es la visibilización de los productores de alimentos, que se desarrolla de forma conjunta en todo el territorio nacional en la parte agrícola, ganadera y pesquera.
De acuerdo con lo que nos comenta Miguelañez, se dice que hay una campaña desde la Comisión y el Parlamento Europeos por medio de la cual pareciera que “quieren convertir a Europa en un sitio de recreo, donde no se produzcan alimentos, donde no haya animales y cultivos”, por el hecho de que se piensa que se está haciendo mal o que se contamina. La Unión Europea presiona para que agricultores y productores animales cejen en su actividad por tener que cumplir tantos requisitos, que no les resulte rentable.
Sin embargo, al empujar esto, la población se va a quedar sin comer a precios accesibles, algo que al final afectará a la sociedad y a los consumidores. “Creo fielmente”, advierte Miguelañez, “que como se come en la actualidad, probablemente no se coma en el futuro, es decir, será mucho más caro y determinados colectivos no tendrán acceso a determinados alimentos porque no podrán pagarlos o porque no se produzcan en sus zonas”.
Cómo lo hacen
En la campaña realizan actividades que están más dirigidas a un subsector u otro, ya sea la ganadería, la agricultura o la pesca, sin diferenciación. “Lo que tratamos de hacer con estas jornadas es, bajo un titular llamativo, atraer la atención de los medios de comunicación para luego lanzar los mensajes positivos que tiene la producción de alimentos, que no son tan aterradores como algunos cuentan.
Así, aprovechan la llamada a los medios para contarles sobre el uso de la tecnología, el respeto por el medio ambiente que hay detrás de la producción de alimentos, el respeto por el bienestar animal en la producción animal, todo lo que rodea al aspecto social que genera la actividad en el medio rural, es decir, empleos generados tanto en la agricultura y la producción animal como en la industria alimentaria que evita el despoblamiento, entre otros. Otro aspecto importante es la ciencia que está detrás de todo, que no son decisiones tomadas al azar. Sin nada de esto, tampoco hay rentabilidad y sin ella no se produce nada.
La campaña de crowdfunding tenía una ambición importante de recaudación de 500.000 euros, aunque la cantidad ha sido mucho menor. “Lo que hemos hecho es tratar de unir a operadores tanto productores de alimentos como productores de medios de producción, semillas, fertilizantes, fitosanitarios, maquinaria agrícola, en esta campaña para que hicieran su aportación y nosotros utilizar ese dinero para desarrollar lo que se usa en diferentes actividades, como la elaboración de contenidos para publicar en determinados sitios web o directamente una campaña en redes sociales”, nos explica. En función del presupuesto conseguido, se ha trabajado en unos u otros canales de comunicación.
Los esfuerzos seguirán hasta al menos diciembre de 2024 y luego les plantearán a los socios si quieren continuar.
“Hay que hacerlo continuado en el tiempo” resalta Miguelañez, “porque recordemos que durante la pandemia se nos consideró héroes porque alimentábamos a la población, pero pasada la pandemia, nos volvieron a considerar tiranos”.
Es imperativo que la industria alimentaria se posicione de nuevo y trasladar todo lo positivo que genera la agricultura y la producción animal. No se debe permitir el perder la reputación ni tampoco que la gente ya no quiera trabajar en la producción de alimentos.