La demanda mundial de productos avícolas es sólida, pues la mayoría de los países ya abrieron después de adoptar estrategias de “vivir con covid”. Esto impulsa la demanda de estos productos, al mismo tiempo que la presión mundial sobre el poder adquisitivo y los altos precios de los alimentos también lleva al consumidor hacia la proteína de carne más barata: la avícola.
De acuerdo con Nan-Dirk Mulder, analista principal de Proteína Animal en Rabobank, “la industria está respaldada por los fuertes precios de la carne de res, de lo que el pollo se beneficia como un sustituto común en muchos mercados”.
Los precios mundiales siguen subiendo y se mantienen lo suficientemente altos como para compensar los elevados costos de los alimentos balanceados.
Los mayores desafíos
Los precios de los alimentos balanceados y la energía son más altos de lo que han sido en varios años y se espera que sigan siendo altos hacia 2023. Además del persistente impacto del covid-19, la industria enfrenta actualmente una de las temporadas de influenza aviar de mayor presión en la historia.
Asimismo, la crisis de Ucrania afecta directamente a los precios mundiales de las materias primas, la energía y los fertilizantes, lo que supone un reto aún mayor para las operaciones de la industria este año. Aún así, “la mayoría de los mercados en Europa, América, la región de Medio Oriente y África, y cada vez más en Asia operan por encima del nivel de equilibrio”, dice Mulder.
Dadas estas circunstancias, la oferta será ajustada. Los productores medianos y pequeños se reducen en respuesta a los mayores requisitos y riesgos de capital de trabajo. Según Mulder, se han retrasado nuevos proyectos de inversión, dado el aumento en los costos de inversión, con altos precios del acero, crecientes tasas de interés, altos costos logísticos y una oferta de mano de obra ajustada.
La oferta de genética se ha ajustado después de la reducción relacionada con el covid-19. En Asia, la peste porcina africana también ha tenido un gran impacto en la oferta local de carne; Tailandia y Filipinas se han visto especialmente afectados y se enfrentan a una escasa oferta suministro local.
Márgenes medios mundiales positivos
Rabobank espera que la demanda mundial crezca solamente de un 0,5% a un 1% el 2022 debido a restricciones de oferta. Esto está por debajo de forma importante de un crecimiento anual “normal” de alrededor del 2,5%. “Para los países de ingresos más bajos, esto podría llevar a problemas de seguridad alimentaria, que deberían llamar la atención de los gobiernos y la industria”, dice Mulder.
En este contexto de mercado desafiante, habrá una brecha importante entre ganadores y perdedores. Es probable que las empresas con un fuerte poder de mercado, una sólida bioseguridad y operaciones –con una alta eficiencia y una fuerte adquisición– se adelanten al mercado.
Se espera que los comercializadores se beneficien, ya que aumentará el volumen del comercio mundial, y que se beneficien los países y aquellas empresas líderes que no se enfrenten a restricciones por la influenza aviar. Entre ellos figuran Brasil, Estados Unidos, Tailandia y países de menor producción como Argentina, Chile y Turquía.