La fitasa no es un producto milagro, pero su adición y consecuente eliminación de ácido fítico produce inositol que tiene múltiples efectos fisiológicos que apenas ahora salen a la luz. Van más allá del P, Ca y Na a los que antes solamente nos enfocábamos. Hay toda una miríada de efectos fisiológicos.
Mike Bedford, director de Investigación de AB Vista, empresa de enzimas con una muy buena posición en el mercado, sabe que hay potencial de crecimiento, pero no necesariamente en el aumento de la participación, sino la dosificación que se usa actualmente.
“Las fitasas no se usan en la dosis óptima, aunque hay beneficios de aumentar las dosis para añadir valor a la dieta”, comenta Mike Bedford, “en particular hoy, con el aumento de precios de las materias primas”.
La situación actual es una oportunidad perfecta para no desperdiciar, razón por la cual AB Vista relanza el concepto de Maximun Matrix Nutrition (MMN), para poner de relieve lo que durante tanto tiempo se ha hablado: no usar enzimas y mas específicamente la fitasa como un genérico, en diferentes dosis, para solo obtener todo el Ca y el P de la dieta y ahorrar dinero.
La fitasa más allá del P
La mayor parte de la gente se enfoca al P y al fitato, al Ca y Na. El sodio es interesante, porque si no se le presta atención, principalmente cuando se utiliza dosis mas grandes de fitasa, se puede tener en exceso y resultar en camas húmedas. Ahorra dinero y deja un poco de espacio.
Sin embargo, con fitasa se ahorra en energía y aminoácidos, y por lo tanto dinero, algo de lo que hasta ahora no se ha aprovechado del todo. El ahorro en energía es porque se usa menos en la digestión al aumentar la digestibilidad de los nutrientes mientras que los aminoácidos se ahorran no solamente por el aumento de digestibilidad pero también por la menor producción de moco y enzimas endógenas, reduciendo gastos metabólicos de la digestión y absorción.
El uso de la fitasa no es solo para mejorar la conversión alimenticia. Hoy hay más énfasis en abaratar la dieta, porque han subido mucho los costos. “Es mejor abaratar la dieta, que lograr el máximo crecimiento con un pollo más pesado”, comenta.
Relación entre dosis y nutrientes
Los nutrientes que se adicionan, como los aminoácidos, se agregan con la formulación a mínimo costo hasta un nivel en el que no vale la pena poner más, pues cuesta más que el beneficio que da.
“Con las fitasas, sabemos la relación que hay entre la dosis y cada uno de los aminoácidos, energía, P y Ca liberados”, dice el Dr. Bedford. De hecho, teóricamente se puede considerar como un ingrediente ahorrador de nutrientes. Mediante el programa de formulación se resuelve la dosis de fitasa que se puede usar. Se hace una predicción de hasta qué dosis ya no se obtendrían más nutrientes en comparación con el costo de la fitasa.
Qué hay después de romper el ácido fítico
Hay múltiples factores que entran en juego. Al romper el ácido fítico, no solo se libera P, sino otros minerales que de otra manera se encontrarían atrapados en este ácido de carga negativa. Tal es el caso del zinc o el hierro.
Pero además, el ácido fítico compromete la digestión, particularmente en la molleja del pollo. Esto se debe a que se ligan sustratos de proteínas de carga positiva, de la soya por ejemplo, y enzimas secretadas como pepsinógeno de carga positiva que se liga al ácido fítico. De esta manera, se ve reducida la capacidad del ave de romperlo a pepsina.
La pepsina es la primera enzima en la matriz proteolítica con la que el alimento debe entrar en contacto. Tiene que funcionar bien, porque hace cosas específicas a la estructura de la proteína que se ingiere. El alimento pasa al intestino delgado donde todas las proteasas están diseñadas para descomponer las proteínas que ya fueron atacadas por la pepsina. Así que si la pepsina no hace su trabajo, las proteasas tampoco pueden hacer lo suyo. “Por eso la fitasa es tan importante y clave. No solo libera minerales, sino que ayuda a que la molleja haga bien su trabajo”.
Interacción con la mucina
Otras cosas que hace la fitasa es interactuar con la mucina. Se sabe que cuando damos una dieta con ácido fítico, hay problemas digestivos en la molleja y proventrículo. Aumenta mucho la producción de HCl, cae el pH y produce mas pepsinógeno y pepsina, y por lo tanto gasta más energía.
Asimismo, la mayor producción de HCl crea un ambiente hostil y para proteger los tejidos se secreta más mucina, muy rica en glicina, treonina y cisteína. Después de un tiempo, se pueden encontrar en las heces estos aminoácidos que resisten la digestión. Con la fitasa se reduce la mucina y por lo tanto la pérdida de estos aminoácidos clave.
Dosis altas de fitasa
Recordemos que el ácido fítico consta de un anillo de inositol con 6 P. Con dosis altas de fitasa se liberan los 6 P y el inositol, que en sí mismo es un nutriente. De esta forma, se puede tener una mejor respuesta del ave, pues el inositol puede tener un impacto positivo. “Quizás sea un nutriente al que no prestamos mucha atención”.
Así que cuando usamos fitasa en dosis muy altas, liberamos todos estos nutrientes. Es primordial aprovecharlos y sacarlos de la formulación, lo cual implica un ahorro en costo o en reducir la proteína y la energía.
Mike Bedford hace énfasis en que esto puede valer más en la fórmula que el fósforo y calcio que se ahorra. Y todo sin afectar el desempeño.
Menos excreción
Al haber una digestión más eficaz del alimento, se produce menos P y proteína en las excretas. Así, otra área en la que trabaja AB Vista es en la huella de carbono de la producción.
Si se aprovecha la matriz de P de la enzima se puede reducir del 25% al 49% por ciento de este mineral con la dosis correcta. Hay suficientes trabajos de investigación que dicen que si se usa la dosis suficiente de fitasa, se puede incluso eliminar el P inorgánico de la dieta.
Futuro: hacia los efectos secundarios
AB Vista se enfoca a corto plazo a investigar sobre los beneficios secundarios de la superdosis e incluso la megadosis de fitasa y su efecto sistémico. No obstante, aún falta por investigar más a fondo.
“En pollos estamos interesados en la capacidad antioxidante cuando hay niveles altos de dosis de fitasa”, comenta. Esta capacidad antioxidante parece reducir la pechuga de madera, aunque no la elimina. A mayor fitasa, se crea más inositol, el cual entra en la sangre y de esta forma hay más sustrato en los glóbulos rojos para producir inositol pentafosfato o IP5, involucrado en liberar oxígeno a los glóbulos rojos.
“Si hay suficiente IP5, la sangre presenta una mejor capacidad de oxigenación. La pechuga de madera se debe a falta de oxígeno en este tejido, así que esto podría reducir la gravedad”.
Muchos creen que ya se había llegado a lo máximo de lo que se podía lograr con la fitasa. Sin embargo, incluso a niveles superaltos de fitasa todavía queda sustrato y se necesita saber cómo desdoblarlos. “Queremos llegar al 0% fitato, ya sea con mayores dosis o con una fitasa más eficiente”.