La avicultura ecuatoriana vive este mes uno de sus peores momentos, con pérdidas diarias cuantificadas en más de dos millones de dólares, a causa de protestas ciudadanas que han taponado vías utilizadas para mover insumos y productos avícolas.
En Colombia se ha vivido la misma situación en 2019 y 2021, siendo la del año pasado la experiencia más desastrosa, al prolongarse durante dos meses. En foros convocados por la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), se discutió sobre qué hacer para capotear tamaño reto. Aquí algunas sugerencias que podrían servir por un tiempo limitado:
- La vida del ave sobre la productividad. Es claro que mientras dure la emergencia, la preocupación está en que el ave no muera por falta de alimento; el rendimiento en carne y huevo no importa, se puede tratar de recuperar luego.
- Racionalizar insumos. En la formulación, limitar el gasto de proteína (soya), que se puede reducir a 8 o 12 gramos diarios por ave. En maíz se puede hacer otro tanto. Las premezclas no son prioritarias. En lo posible, mantener los electrolitos de magnesio, sodio y potasio en el agua, pues ayudan a regular la actitud del ave.
- Alimentos alternativos. Si el bloqueo avanza y se acaba la soya, se puede dar maíz y agua. Si se acaba también el maíz, sirve casi todo tipo de forraje, aromáticas, hortalizas, frutas, plátanos, tubérculos, melazas y proteína alternativa como insectos o lombrices. Lo ideal es que esté picado y deshidratado, mezclado, pero ante la premura, se pueden entregar frescos estos alimentos, evitando que desarrollen fermentación.
- Preocúpese más de la saciedad. La nutrición eficiente no es la prioridad. Utilice prioritariamente y mezclándolos con otros, alimentos ricos en fibra como bagazos, forrajes, con mucha celulosa, que se queden por más tiempo en el tracto digestivo del ave.
- Sea creativo. Utilice lo que tenga a la mano. Si es una granja de ponedoras y ya no tiene insumos, rompa los huevos y mézclelos con cualquier vegetal, déselos a sus aves. Eso sí, no deje huevos enteros a disposición de las gallinas porque, al picarlos ellas mismas, desarrollan comportamientos agresivos.
- Mantenga opciones cercanas. Piense, en tiempos de tranquilidad, una red de proveedores alternativos cercanos a las granjas, ya que las vías terciarias rara vez son bloqueadas. El cultivador de tubérculos o de frutas que es su vecino, está en su misma situación, con su producción atascada.
- Aproveche “zonas muertas” de las granjas. En tiempos calmos, se podrían sembrar malezas productivas y rústicas como zapallos o forrajes. O estudiar la viabilidad de lombricultivos o granjas de grillos. Las cosechas se pueden deshidratar y almacenar.
- Ojo con los pesticidas. Algunos cultivos vecinos pueden usar muchos de estos químicos, lo que los hace poco recomendables para las aves, como es el caso de las flores comerciales. Evítelas incluso en emergencias.
- Vigile el peso corporal. Un ave que haya perdido más del 30% de su peso ya no es viable. Aplace al máximo ese momento. Como último recurso, las mismas camas con melaza pueden servir de alimento extremo.
- Regreso paulatino a la normalidad. Una vez superados los bloqueos aumente el peso del alimento diario una tercera parte cada dos o tres días, hasta volver a la ingesta habitual productiva.