Los avicultores tocan todas las ramas de la producción y a veces, “estamos tan enfocados en la nutrición animal, que se nos olvidan cosas tan sencillas como la cloración del agua o el estado de la cama de las aves”, comenta Diego Parra, gerente técnico de AB Vista en España, Norte de África y Medio Oriente. Es por eso por lo que el enfoque holístico trata de ver el panorama general y ver qué puntos vamos a tocar.
Además de la nutrición animal, otro de los pilares en la producción avícola es el manejo de la aves. Puntos como la iluminación del galpón, bebederos, el aspecto higiénico-sanitario, el transporte de las aves o el plan de vacunación están todos relacionados entre sí. “No se puede uno enfocar en la lisina digestible, por ejemplo, si el manejo de la granja no es el adecuado”.
Un aspecto primordial es que “si no se tiene todo esto bajo control, no habrá eficiencia al producir y no se será competitivo en el mercado actual”, añade Diego Parra.
Entramos luego al concepto de sustentabilidad, que es muy amplio. Pero empecemos por la eficiencia que tiene que haber en la producción, costos, formulación o compras de materias primas, entre otros procesos. Mientras más eficiencia haya, más sustentables vamos a ser. Es decir, los animales producirán mejor, habrá mejores consumos, más disponibilidad de materias primas, productos que funcionan y por lo tanto más sustentabilidad.
“Las empresas deben prepararse para lo que va a llegar”, señala Parra. No se trata de conceptos que están lejos, ni que están de moda. Están aquí en muchos sentidos. Por eso es por lo que debemos trabajar en el uso de materias primas de diferentes orígenes, en el transporte de las aves, disponibilidad y digestibilidad de nutrientes, rendimientos productivos de las aves y en cómo podemos ayudar a mejorar estos aspectos.
Todo esto es muy importante, pues la avicultura es la industria de menor huella de carbono en la producción pecuaria, algo que hay que explotar y mejorar para producir de manera más eficiente.
El papel que AB Vista desempeña se puede definir como un triángulo cuyos vértices son el producto, la estrategia y el servicio, todo muy bien conectado. El vértice del producto es el de una empresa especialista en aditivos, sobre todo por las enzimas. El de la estrategia es de cómo realizar esto y el del servicio se trata del lanzamiento de un programa que proporciona datos al cliente sobre el CO2 producido o los gases de efecto invernadero que produce la granja. En esto se atribuye mucho al alimento (alrededor de un 70%), pero también está el tipo de producción y los resultados obtenidos, para que al final podamos ver la eficiencia y por lo tanto la sustentabilidad.