Los productos de origen animal –harinas de carne y hueso, harina de subproductos avícolas, entre otros– son ingredientes de alto valor alimenticio por su calidad de proteína y contenido de aminoácidos. En formulación de alimentos para aves, son un gran complemento a las proteínas de origen vegetal de la fórmula. Estos productos además aportan ventajas en cuanto a la sustentabilidad de la producción pecuaria, pues permiten su integración al reciclaje y la economía circular.
Durante el ‘Simposio Internacional de Rendering’ organizado por la NARA (North American Renderers Association) al final de la IPPE en Atlanta, Germán Dávalos, director de la oficina en México, dicto una conferencia en la que habló del mercado de los productos del rendering o de origen animal en Latinoamérica, aunque en esta ocasión haremos énfasis en México.
Dávalos dijo que la producción de alimentos balanceados en Latinoamérica se ha incrementado en un 36,3% de 2011 a 2022, según los últimos datos de Feedlatina. De las 155.875 t que se fabrican, 94.620 son de avicultura, 89.067 de alimentos para porcicultura y para bovinos 57.346 toneladas.
De los cinco principales países productores de alimentos balanceados –Brasil, México, Argentina, Colombia y Perú– en los dos primeros se produce el 52,2% y el 28,4%, respectivamente de alimento para pollos, mientras que para ponedoras estos números son el 16,4% y 28,4%, para cada uno de ellos. Esto señala la importancia que tiene la avicultura en la producción de alimentos balanceados.
México: principal importador de rendering
Algunos de los mercados, como es Brasil y México, existen estos productos tanto fabricados en el país, como de importación. En el caso de la importación de harinas de proteína animal de Estados Unidos, México es el de mayor importancia de los mercados latinoamericanos, con una participación del 52% (87.700 t) en el período de enero a julio de 2024. Al mismo tiempo, todo Suramérica tuvo una participación de 35% (60.200 t) y Centroamérica del 13% (21.700 t). Esta tendencia se ha mantenido más o menos similar en los últimos nueve años, aunque, en 2021, México llegó a importar 168.000 t de estos productos de EE. UU.
En México, el sector de alimentos balanceados para la avicultura es el mayor usuario de harinas de proteínas animales, por la cantidad que produce y usa. No obstante, a partir de 2021, y como consecuencia de los efectos de la pandemia del covid-19 y la inflación, entre otras razones, aumentó el consumo de la harina de pollo (que es grado petfood) en alimentos para mascotas y disminuyó su uso en la avicultura. En otros países, como es el caso de Chile o Ecuador, la mayor parte del uso de estas harinas es en la acuicultura.
Tradicionalmente, los sectores de alimentos para cerdo y ganado han importado también mucho. Por ejemplo, en 2022, el sector de alimentos para aves importó 21.721 t, mientras que el de cerdos 87.932 t y el de bovinos 43.500 t. Este último mercado se abrió apenas en 2020. Hasta julio de 2023, el sector de alimentos avícolas solamente había importado el 5% del total, comparado con el 14% del año anterior.
México importa estas harinas de proteína animal, porque como Germán Dávalos explicó: “el país se encuentra tan cerca de EE. UU., que es muy fácil importarlas por ferrocarril y a precios más accesibles”. En contraparte, en el caso de Centro o Suramérica, la importación se realiza en containeres por buques, lo cual aumenta el costo.
Al irse modificando las condiciones nacionales, es de esperarse que el sector de alimentos balanceados para la avicultura vuelva a consumir más productos reciclados de origen animal, lo cual además de la nutrición, lo inserta en una mayor sustentabilidad.