El crecimiento global de la actividad avícola en Colombia fue del 2.9% durante la vigencia del año 2022, presentando un comportamiento desigual entre la producción de pollo y huevos de mesa y, por ende, en el consumo per cápita en la cuarta economía de América Latina. La información fue confirmada por el presidente ejecutivo de la gremial Federación Nacional de Avicultores (Fenavi), Gonzalo Moreno.
“La ingesta promedio de pollo colombiano en el 2022 alcanzó los 36,3 kilos por habitante. Los colombianos consumieron 1,2 kilos más de producción nacional, comparado con las cifras del año pasado. La de huevo bajó de 334 a 315 unidades al año, con una reducción de 19 unidades”.
De acuerdo con el líder gremial, “la buena noticia es que para el 2023 se espera recuperar el nivel de producción en huevo de 17.000 millones de unidades”, guarismos previos al efecto nocivo de la pandemia por covid-19 y de los bloqueos viales que afectaron de manera considerable esta actividad pecuaria en 2021.
“Por renglones, la producción de pollo recuperó la tendencia que traía antes de la pandemia. El año 2022 cierra con una tasa de crecimiento de 7,3%, la más alta del último quinquenio, con un volumen de 1,8 millones de toneladas, más del doble de la producción de bovino y 3,6 veces la producción de porcino en el país”.
En cuanto al huevo, la misma fuente indicó que “en 2021 la inversión en activos biológicos (aves ponedoras) cayó en 9,4%, razón por lo cual la producción en el 2022 se redujo en 4,6%, a lo cual se le suma un efecto productividad por los bloqueos que amplió la reducción en la oferta a un 8,5% aproximadamente”.
Moreno hizo hincapié en el impacto de los cambios macroeconómicos. “Los costos de los insumos en el sector avícola del 2022 están concentrados en un 80% en maíz amarillo y en fríjol soya, y estos tuvieron un incremento en dólares en 20.3% y 14.5% respectivamente. A ello se suma un impacto inflacionario reflejado en un aumento en el costo del alimento balanceado superior al 28.1%”.
Por último, frente a la amenaza de la influenza aviar, que ya fue detectada en este país en varias pequeñas explotaciones de traspatio en la región Caribe, el presidente de Fenavi dijo que “debemos continuar preparándonos para la creación de mecanismos que mitiguen el impacto para los productores en el caso de presentarse brotes en granjas comerciales, como es la implementación de una línea de financiamiento para eventos de sacrificio de aves autorizados por el ICA, para atender las necesidades de normalización de cartera, restablecimiento de operaciones, colocación de nuevas líneas de crédito utilizando la herramienta del Fondo Nacional de Garantías, con subsidio a las comisiones y cobertura hasta por el 60% de los créditos vigentes; y establecer un subsidio a la tasa de interés para pequeños y medianos productores del sector avícola”.