La palabra biofilm nos lleva a una connotación negativa. De inmediato se nos viene a la mente la serie de bacterias patógenas que puede albergar, por ejemplo, una tubería. Pero, contrario a esto, de lo que vamos a hablar aquí es de bacterias formadoras de biofilm para ganarle espacio a las bacterias patógenas.
Después de la limpieza y desinfección de las instalaciones de una granja avícola, el espacio queda prácticamente vacío, un espacio que algo lo va a ocupar. “Es aquí donde hablamos de biofilms positivos en las instalaciones del galpón” nos dice Juan Sebastián Ospina, development manager de Lallemand en España.
Nos referimos a todo el espacio alrededor del animal, ya sea la cama, el bebedero, el comedero o las paredes: el ambiente en general.
Una vez hecha esta limpieza y desinfección de las superficies, “la idea es ocupar ese espacio con bacterias que formen un biofilm que van a entrar en competencia con los patógenos, o sea, una exclusión por competencia.
Lallemand es una empresa con más de 120 años de antigüedad en el sector de la nutrición humana, con levaduras para pan, cerveza, vino y otras. A finales de la década de 1980 comenzó a trabajar en nutrición animal, al adquirir la primera planta de bacterias del grupo en Francia.
Con el know how del desarrollo de bacterias, vieron la oportunidad de ver qué pasaba con lo que hay alrededor de los animales, como la producción de amoniaco, con aquellas cosas que a veces no se controlan. Y de ahí parten con el desarrollo de productos muy novedosos.
Exclusión por competencia
El principio de la exclusión por competencia de los biofilms positivos quiere decir que los patógenos podrían estar presentes, pero van a tener una situación más complicada de ganar espacio, pues ya está tomado. Es básicamente el mismo principio del uso de bacterias benéficas en el intestino.
Lo que hace la limpieza y desinfección es dejar el espacio vacío (aunque no por completo y esto hace que rápidamente se puede recontaminar) dejando el camino libre. Lo mismo sucede cuando una persona o un animal toma antibióticos por mucho tiempo: arrasa con la población buena y mala.
Nos explica Ospina que en muchos países, en los que se usa cama nueva en pollos de engorde y en otros países que se reutiliza cama, está el problema de las coccidias (esto por ejemplificar el hecho de los nichos vacíos). “Los brotes y la mortalidad en cama nueva son enormes. Te das cuenta de que al final esos espacios vacíos no son tan buenos, por lo que, lo que logramos hacer aquí es un equilibrio” con lo que se quiere sembrar.
“Lo que hacemos siempre es un protocolo de aplicación en las etapas más críticas de los animales. Obviamente la competencia va a seguir, los animales van a seguir defecando bacterias a veces patógenas, va a seguir habiendo una competencia que en cierto momento va a ser desigual –señala el experto de Lallemand–, pero la idea es que al inicio se asegure uno y se les dé a los animales un ambiente adecuado”.
El producto comercial
El producto viene en polvo, en un sobre. Las bacterias están en forma de esporas (una de las especies presentes) y liofilizadas (otras de las especies presentes) y se traen a la vida al mezclarlas con agua, que debe estar por lo menos arriba de los 25°C (si el galpón no ha superado esta temperatura). Una vez disuelto, se coloca en una mochila de aplicación que desde luego no haya tenido desinfectante adentro.
Es muy importante mencionar que el intervalo entre la aplicación del desinfectante y el de las bacterias debe ser de unas 12 horas (podría ser menos dependiendo del tipo de desinfectante), porque si el desinfectante sigue activo, mata a las bacterias que se aplican.
Uso en Latinoamérica
En Europa ya hay muchos casos de éxito con el producto comercial, pero estos países cuentan con un enfoque distinto. Juan Sebastián Ospina nos dice que hay interés en algunos países latinoamericanos como Argentina y México, por lo que la empresa gustaría de empezar a trabajar en ellos sobre este tema. Sin embargo, es un camino que se va a recorrer junto con el no uso de antibióticos. Todo es cuestión de tiempo.
Nos menciona que, por ejemplo, hay un problema práctico y grave en granjas avícolas, que es la Salmonella infantis. Aunque se vacune contra salmonela, no se protege contra la S. infantis, “porque no está en la lista de problemática zoonótica y no es algo que tenga que estar en esta vacuna”. De esta forma, hay un nicho vacío y esta variante está por todas partes y aunque no sea de problema público, hay que declarar la granja como positiva a salmonela, con el consiguiente problema para el productor, porque tiene que sacar pollo pequeño y perder dinero.
En este caso, de las únicas opciones que hay, por lo menos para hacer pruebas y ver cómo se empieza a solucionar, es la limpieza y la desinfección. Pero ya hay algo que podría complementar los programas de bioseguridad que es el biofilm positivo.
Proceso de aprendizaje
Lallemand ya ha obtenido una buena experiencia en la aplicación, frecuencia o períodos de uso del producto. Depende de muchas cosas, como la limpieza y desinfección, porque “al final estamos hablando de construir un biofilm, pero si la limpieza y desinfección no fueron buenas, ya va a haber un biofilm establecido y maduro”.
Hay que ser muy estricto en esto y aprovechar el uso de estos microorganismos para poder resolver problemas de manera más natural. Al no contar con herramientas tradicionales, los programas se deben componer de otras opciones y debemos ser estrictos en mantenerlas.