En enero de 2022, la legislación alemana de bienestar animal dispuso que los productores de huevos de mesa no podían seguir descartando, mediante el sacrificio sistemático, de pollitos de un día pertenecientes a líneas genéticas aviares ligeras, un procedimiento estándar en la industria avícola global.
Con esta norma, considerada pionera en el mundo, se buscó evitar la matanza de unos 45 millones de estas aves, al año. A menos de dos meses de cumplirse el tercer año de aplicación de dicha orden, el canal alemán Deutsche Welle (DW), en español, acaba de publicar un documental al respecto.
En Alemania, la cría de estos animales se tornó tan costosa que la mayoría de las plantas de incubación no pueden afrontar los gastos. De 25 que existían antes de esa norma, hoy sobreviven cinco. Los gallos, entonces, suelen criarse en el extranjero, sobre todo en Polonia. Pero ¿cómo son las condiciones allí? Los defensores de los animales, que aplaudieron en su momento la prohibición, tienen pruebas de situaciones penosas para los animales.
Los gallos cebados en Polonia se venden a menudo a África, a muy bajo precio y a un alto costo ambiental asociado al transporte, gracias a una jugosa subvención de la Unión Europea. En Ghana, por ejemplo, la carne de estos gallos de linajes livianos vale menos de la mitad, con respecto a la producida por avicultores nacionales. Los criadores ghaneses sufren grandes pérdidas a causa de esas importaciones baratas de Europa.
El reportaje siguió el rastro, desde la eclosión de los pollitos en una incubadora alemana, hasta su cría en Polonia y su venta final como carne en Ghana. La investigación lo demuestra: la prohibición del sacrificio de pollitos en Alemania traslada los problemas al extranjero, y el bienestar animal suele ignorarse. La ley parece bienintencionada, pero no se ha reflexionado lo suficiente.
Finalmente, el documental muestra que no hay incentivos económicos para la adquisición de las costosas tecnologías que harían accesible y rentable la detección, en huevo, antes del día 13, del sexo del ave. Tampoco existen ayudas o subvenciones para la producción avícola con linajes de doble propósito, menos productivos, tanto en carne como en huevos.