Las autoridades sanitarias de Bolivia y Costa Rica declararon recientemente la presencia del virus H5N1 de influenza aviar, de alta patogenicidad, en sus respectivos territorios. En lo que respecta al país centroamericano, el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA), confirmó los tres primeros casos en aves silvestres marinas, más específicamente, en pelícanos del Caribe.
Por su parte, el boliviano Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) hizo lo propio respecto al primer brote detectado en una granja avícola en la localidad de Sacaba, en el departamento de Cochabamba (centro occidente del país andino).
Ante esa situación se determinó activar el sistema nacional de emergencia para contener la enfermedad. La autoridad remarcó que se prohibió que desde Sacaba salgan aves al resto de Cochabamba y desde ahí a otros departamentos.
“Ya se comenzó con el sacrificio de aves contagiadas, con la limpieza y desinfección de las granjas, además de aplicar un cordón sanitario de tres kilómetros donde se aplica restricciones de movimientos de aves”, explicó Javier Ernesto Suárez, titular del mencionado Senasag.
El mismo funcionario sugirió a los avicultores extremar medidas de bioseguridad por la gripe aviar y dijo que la población puede consumir carne de pollo y sus derivados, siempre y cuando, cuenten con registro sanitario y la garantía de la institución sanitaria. También pidió a las avícolas “mejorar las infraestructuras para evitar el contacto de las aves silvestres con las de producción”.
De acuerdo con la Organización Panamericana de Salud (OPS), doce países del continente, incluidos diez de la América Hispana, han reportado casos de influenza aviar H5N1 de alta patogenicidad hasta los últimos días de enero. Costa Rica y Bolivia se unen de esta manera a Canadá, Estados Unidos, México, Honduras, Panamá, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Chile.