Baja el consumo de pollo. Cierra el canal horeca. Hay que ajustar colocación de pollitos. Conmoción en las plantas de incubación. Subidón repentino del huevo para consumo. Escasea en los supermercados. Ventas en línea. Virus, covid-19, cubrebocas, distanciamiento personal… pandemia.
El mundo ya no es como lo conocíamos, pero de una forma u otra, la industria avícola ha seguido trabajando. Quizás no produce al mismo ritmo que antes, pero sigue produciendo. Y el futuro, estoy seguro que se avecina brillante. Esto va a ser como una fuerte poda.
En el camino se apartan algunos, pero surgen nuevos personajes, nuevos elementos, que se cuelan y aprovechan la coyuntura. Uno de estos nuevos elementos es Cátedra Avícola Latam, que irrumpe en el mercado avícola latinoamericano con el afán de ser una fuente de información que llene el espíritu emprendedor de la avicultura.
De Argentina a México y de México a Argentina, con el fundamento de una publicación como Cátedra Avícola -que desde 1956 es un referente indiscutible para la industria avícola argentina- abriremos el apetito del lector.
En sus inicios, el mítico programa radial de Cátedra informaba a todo el sector productor respecto de lo que ocurría en la avicultura y luego se convirtió en el único medio en donde poder informarse de precios, tanto para la comercialización de huevos para consumo como de pollos.
Con el paso del tiempo, Cátedra Avícola incorporó primero la prensa escrita y luego todas las herramientas digitales para poder llegar al productor con información de calidad.
Había que subirse al tren del giro tan importante en la comunicación y la obtención de información que nos ha dado la pandemia. La gente hoy en día ha incorporado todas estas herramientas digitales en su día a día laboral, ya sean reuniones, trabajo o acceso a la información. Así también, Cátedra Avícola Latam entra y aprovecha para cubrir esta necesidad que tienen los usuarios.
La unión de dos grandes fuerzas lleva a este resultado que esperemos usen y disfruten, por una mejor y más productiva industria avícola latinoamericana.
Benjamin Ruiz