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Sáb, 7 diciembre, 2024

«El sello halal es un certificado de calidad para muchos mercados»

Este año, por primera vez, una certificadora halal hizo parte de la exposición comercial del Congreso Nacional Avícola de Colombia. Se trata de la firma brasileña Fambras Halal, con cuyos representantes conversamos a cerca de sus objetivos futuros.

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Alexander Barajas
Alexander Barajas
Alexander Barajas Maldonado es Comunicador Social - Periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) de la ciudad de Medellín (Colombia). Cuenta con una experiencia periodística superior a los 25 años de vigencia en distintos medios impresos y digitales. También es un escritor de ficción galardonado en certámenes locales y nacionales colombianos. Se ha especializado en temas económicos, con énfasis en la producción avícola y nuevas tendencias de consumo, de lo cual escribe de manera ininterrumpida desde el año 2013. Ha sido consultor y conferencista de gremios, empresas y proveedoras avícolas, principalmente en su país de origen y Ecuador. Puede escribirle por correo electrónico: olsoal08@gmail.com.

¿Qué es Fambras Halal y, en sí, qué es halal?

Somos la mayor certificadora halal de Hispanoamérica. Halal, para el mundo islámico, es lo lícito, lo permitido y lo ético. Los musulmanes siguen el precepto de alimentarse solamente con alimentos que tengan esta condición. Por eso, para exportar productos procesados a esos mercados, se necesita una certificación o sello halal. Aunque estamos en este congreso por el tema avícola, el sello halal se aplica para también para alimentos no cárnicos que tengan algún proceso. Por ejemplo, en Colombia, donde estamos desde 2017, tenemos 35 clientes; 12 exportan carne vacuna y el resto tienen que ver con cadenas de procesados como café y azúcar.

¿Si están en Colombia desde 2017, por qué hasta ahora vienen al Congreso Avícola?

Porque los avicultores de este país y su gremio, Fenavi, están de verdad comprometidos con iniciar la exportación de carne de pollo colombiana. Uno de los mercados con mayor potencial es el islámico. Por ejemplo, en febrero pasado, Fenavi participó por primera vez en la mayor feria alimentaria del Golfo Pérsico. Hemos estado asesorando a los afilados y al gremio, ayudando a que perfeccionen acuerdos con los países de mayoría musulmana, que exigen el sello halal. Somos la única certificadora con alcance y aceptación mundial.

¿Creen que el pollo colombiano pueda competir con el pollo brasileño en esos mercados?

No es un tema de competencia, en realidad; es, más bien, de oportunidad. Brasil, pese a ser el mayor exportador de productos con sello halal del mundo, no alcanza a satisfacer la demanda y esta demanda no hará más que crecer en los próximos años. En pollo halal, el 42% de lo que exporta Brasil apenas atiende el 15% de la demanda. Eso es un potencial de crecimiento y participación enorme, en el que cabe quien cumpla con calidad, precio y certificación. Solo Brasil, no puede. Y estamos hablando de mercados que suman casi dos mil millones de personas. En 2060, la población islámica será un tercio de la población mundial.

¿Qué criterios debe tener un productor avícola para obtener el sello halal?

Hay que tener en cuenta varias cosas. Por ejemplo, el huevo en cáscara es un alimento natural, por eso, no requiere certificado halal; los ovoproductos, sí. La carne de pollo o de cualquier ave, siempre requerirá sello halal, pero este varía de país a país. En Arabia Saudita, no se permite el pollo que haya sido aturdido antes de ser faenado, pero en el resto de los países islámicos, sí. Los saudíes solo permiten que el pollo haya tenido una alimentación 100% vegetal. Los otros permiten, en la formulación de los concentrados, otras proteínas, menos la de cerdo. Seguimos las consideraciones sunitas del islam, pero también certificamos en halal chiita, que es minoritario y exige una supervisión del proceso de faenado por un chiita, no importa si el corte lo hace un sunita.

¿Por qué aseguran ustedes que el sello halal es también un sello de calidad?

Porque es así; para el caso del pollo, tiene que ver con todo el proceso, no solo el de la faena, que puede ser manual o mecanizada (eso también depende de cada mercado), con un solo corte en la yugular del ave. Tiene que ver también con la alimentación, el bienestar animal, la ausencia de deformidades y enfermedades; hasta la disposición final de los residuos de la faena y el ambiente laboral de los operarios. China es el mayor comprador de productos halal de Brasil y no es un país musulmán, pero buscan ese sello porque representa todo lo anterior.

¿Cómo certifican una producción halal?

Tenemos una metodología para la trazabilidad de los procesos, basada en las normas internacionales ISO 17065 e ISO 17021. Para cada firma que se quiere certificar, destinamos un equipo de tres auditores: uno técnico (reglamentación sanitaria de cada país), uno religioso (un sheik, experto en Sharia o ley islámica, con conocimientos en alimentos) y un auditor líder (experto en producción). En este momento, tenemos nuestra matriz en Brasil y tres filiales en Colombia, Venezuela y Paraguay; contamos con clientes en estos países y en Uruguay, Argentina, Chile y Ecuador. El impacto en los costos de producción de gestionar y mantener una certificación halal es apenas del 0.02%.

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