En un contexto de transformaciones económicas y tensiones comerciales globales, Brasil se posiciona una vez más como líder mundial en la industria avícola. De acuerdo con el informe semestral de «Poultry and Products» publicado por la oficina del USDA, se estima que la producción de carne de pollo alcanzará un récord histórico de 15,35 millones de toneladas métricas (MMT) en 2025, un incremento del 2% respecto al año anterior.
Este crecimiento se ve impulsado por una combinación de factores: una demanda internacional firme, una moneda devaluada que favorece las exportaciones, la recuperación del consumo interno y una estructura productiva altamente competitiva. Según el mismo informe, alrededor del 66% de la producción se destinará al mercado interno, mientras que las exportaciones alcanzarán las 5,245 MMT, creciendo un 5% interanual.
Entre los principales destinos se encuentran China, Japón, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita. Cabe destacar que Brasil ha abierto en 2024 y 2025 27 nuevos mercados para productos avícolas, incluyendo destinos como Surinam, Perú y México, con productos que van desde carne procesada hasta huevos y subproductos.
Un aspecto clave de la ventaja competitiva de Brasil es su estatus sanitario libre de influenza aviar altamente patógena (HPAI) en plantas comerciales, a pesar de registrar casos en aves silvestres y traspatio. Esta condición ha permitido mantener y expandir acuerdos sanitarios con cláusulas de regionalización que aseguran la continuidad del comercio en caso de brotes localizados.
El informe también destaca el efecto de la reforma fiscal implementada en enero de 2025, que elimina impuestos acumulativos y exime del nuevo IVA del 26,5% a las carnes de origen animal, incluyendo el pollo. Esto supone un alivio impositivo para el sector, aunque persisten preocupaciones sobre el impacto de tasas tan elevadas en otros eslabones de la cadena.
El estado de Paraná se mantiene como epicentro productivo, concentrando el 34,5% de la faena nacional en el último trimestre de 2024. Le siguen Santa Catarina, São Paulo y Rio Grande do Sul. Este último estado sufrió en 2024 un brote de enfermedad de Newcastle que fue rápidamente contenido.
En términos de rentabilidad, los precios del pollo congelado y refrigerado se incrementaron entre 12% y 13% interanual en enero-febrero de 2025, impulsados por una mejor alineación entre producción y demanda. Además, los costos de producción en Paraná se mantienen en niveles bajos históricos, con un costo promedio por kilo de R$ 4,81 (USD 0,80).
En lo que respecta a la alimentación animal, Brasil mantiene una ventaja estratégica al ser uno de los principales productores mundiales de maíz y soja. La abundante cosecha proyectada para 2024/2025 contribuirá a reducir los costos del alimento balanceado, que representan más del 65% del costo total de producción.