La empresa JBS, uno de los mayores procesadores de alimentos del mundo, confirmó su regreso al mercado paraguayo tras varios años de ausencia. La compañía adquirió la planta de procesamiento de Pollos Amanecer, ubicada en las afueras de Asunción, en una operación valuada en unos 70 millones de dólares. Con esta inversión, el grupo planea ampliar su capacidad de faena hasta 100 000 aves por día, lo que significará un impulso notable para la cadena avícola del país.
El movimiento estratégico no solo refuerza la presencia de JBS en el Cono Sur, sino que consolida a Paraguay como un nuevo polo de competitividad avícola dentro del Mercosur. Con bajos costos de producción, disponibilidad de maíz y soja, y una estructura sanitaria reconocida por la OIE, el país se posiciona como un destino atractivo para la industria cárnica regional.
Fuentes del sector destacan que la decisión se enmarca en el plan de JBS de diversificar su matriz productiva y acercarse a mercados con ventajas logísticas hacia Chile, Bolivia y el norte argentino. En paralelo, el proyecto incluirá mejoras tecnológicas en el frigorífico, incorporación de sistemas de trazabilidad y expansión de la red de granjas integradas.
La noticia fue bien recibida por el Ministerio de Agricultura y Ganadería paraguayo, que estimó la creación directa de más de 1 000 empleos y un fuerte efecto multiplicador en zonas rurales. Además, se prevé un crecimiento de las exportaciones avícolas, que podrían alcanzar por primera vez las 20 000 toneladas anuales hacia 2026.
El regreso de JBS no es menor: significa una señal de confianza en la estabilidad macroeconómica y sanitaria de Paraguay, en momentos donde varios países de la región enfrentan desafíos por influenza aviar o restricciones comerciales. Con esta apuesta, el país busca consolidarse como nuevo actor relevante en la producción de carne aviar del Mercosur, en línea con su expansión sojera y ganadera.