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El mundo está comiendo más pollo: demanda y oportunidades

El cambio dietario no es caprichoso: el pollo suele ser la carne más accesible, con una relación proteína/precio favorable y menos restricciones culturales que otras proteínas animales. La mayor urbanización y el aumento del ingreso de carne aviar en países de renta media empujan la demanda, mientras que en países de altos ingresos se registra la sustitución desde la carne bovina y porcina hacia la aviar por razones de precio, salud, bienestar animal y ambiente. El resultado es una “dominancia” del pollo en el incremento del consumo global.

Proyecciones: cada vez más pollo en el plato

El Outlook OCDE-FAO 2025-2034 proyecta que el consumo mundial de carne aviar crecerá alrededor de 21% en la década, más que cualquier otra carne. Para 2034, el consumo de pollo alcanzaría 173 millones de toneladas (listo para cocinar) y explicaría 62% del aumento adicional del consumo de carnes. En términos de nutrientes, el pollo aportaría 45% de la proteína proveniente de todas las carnes. El avance es particularmente fuerte en Asia (China, India, Indonesia, Pakistán y Vietnam), y también en Brasil, Egipto, México, Filipinas y Estados Unidos. África, por su parte, expandirá su consumo total de carne 33% al calor del crecimiento demográfico. A escala global, el consumo per cápita de todas las carnes apenas subiría 3% (0,9 kg/persona) hasta 2034: la mayor parte del aumento total vendrá del crecimiento poblacional, no de raciones más grandes.


Comercio: expansión más lenta, Brasil al frente

El comercio mundial de carnes seguirá creciendo, pero a un ritmo mucho más moderado que en la década previa. El Outlook prevé que las importaciones globales de carne aumenten 10% hasta 2034 (frente a 37% en la década anterior), con un peso decreciente de China en las compras. Para el pollo, el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) proyecta exportaciones globales de 14,0 millones de toneladas en 2025, un +2% interanual, con Brasil como principal beneficiario por su condición de mayor exportador del mundo.


Costos, ambiente y sanidad: los tres ejes del riesgo

El costo del alimento balanceado seguirá siendo el mayor determinante de la competitividad; una mejora en la productividad (genética, manejo, conversión alimenticia) amortiguará las subas. En clima y ambiente, la transición estructural hacia más pollo y menos rumiantes ayuda a desacoplar emisiones y producción: la OCDE-FAO estima que, pese a que la producción cárnica crecería 13% hasta 2034, las emisiones del sector aumentarían 6%, en buena parte por el mayor peso del polloen la canasta.

El factor más volátil seguirá siendo la Influenza Aviar. Rabobank, en su panorama del Q3-2025, recortó su previsión de crecimiento productivo aviar para 2025 a 2-2,5%, alertando que la geopolítica y los brotes sanitarios pueden sacudir el comercio y los precios por regiones.
Mapa de oportunidades

1) Valor agregado y conveniencia. La demanda urbana empuja cortes deshuesados, marinados, listos para cocinar y alimentos preparados. Quien invierta en procesamiento y cadena de frío capturará mejores márgenes y reducirá la exposición a aranceles de productos crudos, además de sortear restricciones sanitarias específicas de algunos mercados.

2) Certificaciones que abren puertas. Halal y otros estándares (bienestar animal, antibióticos, trazabilidad) son llaves de acceso a Medio Oriente, el norte de África y segmentos premium en Asia y Europa. La creciente sensibilidad del consumidor en países de altos ingresos favorece a productores que documenten prácticas y reduzcan riesgos reputacionales.

3) Asia y África: el centro de gravedad. La mayor parte del aumento de consumo se concentra en países de ingresos medios, con Asia liderando en volumen y África destacándose por la velocidad del crecimiento. Esto reconfigura rutas logísticas (más producto deshuesado y porciones individuales) y exige alianzas locales para distribución.

4) América Latina como plataforma exportadora. Brasil seguirá marcando el paso por competitividad en granos, escala y gestión sanitaria. Para otros países de la región, la oportunidad está en nichos: productos cocidos y congelados para servicio alimentario, integración con plantas Halal y abastecimiento oportunista cuando terceros enfrentan cierres sanitarios. El USDA prevé que la expansión comercial de pollo en 2025 se apalancará en esa competitividad latinoamericana.

5) Tecnología para resiliencia. Genética de crecimiento lento para segmentos de bienestar; sensores y análisis de datos para manejo de ambiente y densidades; automatización en faena y empaque; y adopción selectiva de vacunación contra HPAI donde los mercados lo permiten, acompañada de acuerdos sanitarios para evitar penalizaciones comerciales.

6) Competitividad climática. La ventaja relativa del pollo en intensidad de emisiones frente a carnes rojas, sumada a mejoras de productividad, habilita diferenciarse con métricas verificables (huella de carbono por kg de producto, eficiencia de conversión). La OCDE-FAO atribuye parte de la moderación de emisiones proyectadas al mayor peso del pollo en la oferta cárnica.
Qué mirar en los próximos 24-36 meses

Buenas perspectivas

El pollo se consolida como la proteína de la década: accesible, adaptable y, comparativamente, más liviana en huella ambiental. Las proyecciones marcan un crecimiento sólido del consumo hasta 2034, con el centro de gravedad en Asia y África y una expansión comercial más selectiva que en el pasado. Ganarán los productores que inviertan en procesamiento, certificaciones, bioseguridad y datos para operar con precisión. El mercado premia la eficiencia, pero el futuro—como un buen asador—premia también la paciencia y el control fino del fuego.

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