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Brasil no detiene su crecimiento pese al COVID

La inflación en Brasil según las cifras oficiales en mayo fue del 0,83% y el valor anualizado trepo al 8,06% por primera vez en casi cinco años, lo que generó su consecuente suba de la tasa de interés el 18 de junio, en 0,75%, ubicándose en el valor del 4,5% anual. La tasa de inflación mensual fue impulsada por costos de electricidad y vivienda, fue la más alta para mayo desde 1996 y la tasa anual de 8,3% fue la primera lectura por encima del 8% desde septiembre de 2016.

Los costos de vivienda, incluyendo precios de la electricidad, subieron un 1,8% y representaron un tercio del aumento general, mientras que transporte, incluido el combustible, avanzó un 1,2% y representó un poco menos de un tercio del aumento total, precisó el Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE).

Las ventas minoristas brasileñas aumentaron en abril a su ritmo más rápido en más de 20 años, excluidos automóviles y materiales de construcción, aumentaron un 1,8% en abril respecto a marzo, y un 23,8% interanual, según cifras ajustadas por estacionalidad, esto fue el desempeño más sólido desde el 2000, iniciando el segundo trimestre del año con buena perspectiva por parte de los consumidores para la economía más grande de América Latina.

El llamado desempleo de larga duración ha alcanzado su máximo en medio de la crisis económica generada por la pandemia, son casi 3,5 millones de personas que llevan buscando un puesto de trabajo dos años o más representan el punto más alto de la serie histórica del IBGE, que comenzó en 2012.

El crecimiento del PBI en los tres primeros meses del año llegó al 1,2% respecto al trimestre anterior, pero no se ha experimentado igual entre los distintos sectores.

Las personas que dependen de trabajos menos cualificados, especialmente en el mercado informal, no fueron impactadas por esta mejora. El sector servicios, que es el que más ocupa, creció solo un 0,4% y, en éste, el grupo de actividades que incluye alimentación y ocio (entre otras) y que representa uno de cada tres puestos de trabajo en el país sigue estando un 9,5% por debajo del nivel pre-Covid.

La producción industrial en Brasil cayó en abril por tercer mes consecutivo, un descenso sorpresivo que sugiere que la segunda ola de la pandemia de Covid ha tenido un impacto más profundo en la actividad de lo que se pensaba originalmente.

El IBGE informó que la producción disminuyó un 1,3% con respecto al mes anterior, frente al pronóstico de un alza de 0,1%. La cifra de marzo se revisó arrojando una caída de 2,2% desde un baja de 2,4%. Las cifras implican que la producción industrial brasileña está un 1% por debajo de los niveles prepandémicos de febrero del año pasado, 18 de los 26 sectores encuestados vieron una disminución en la producción en el mes, incluida una caída del 9,5% en la producción de derivados del petróleo y biocombustibles.

Sin embargo, en comparación con abril del año pasado, la producción general aumentó un 34,7% por efectos base, el mayor aumento interanual registrado, y la producción de enero a abril aumentó un 10,5% respecto al año anterior, y la producción en los 12 meses hasta abril fue un 1% más alta que en el mismo período del año anterior, agregó el IBGE. Sin embargo, el sector industrial de Brasil sigue siendo un 17,6% más pequeño respecto a los máximos que tocó en mayo de 2011.

Después de alcanzar récords en volumen e ingresos en 2020, las exportaciones de agroindustrias brasileñas continúan a un ritmo intenso en 2021. Incluso en este período de gran incertidumbre, el sector ha venido mostrando su fuerza e importancia para la economía.

El Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada (CEPEA), dio conocer durante junio que entre enero y abril de 2021, el volumen exportado en el área de agronegocios nacional creció 6% frente al mismo período do año pasado. En cuanto a las ventas, alcanzó los US $ 36 mil millones en los primeros cuatro meses de este año, un aumento del 16% en comparación con el mismo período de 2020. Como resultado, de enero a abril, las exportaciones de agronegocios representaron el 51% del total de exportaciones brasileñas. Según investigadores de Cepea, este buen resultado está ligado, además de la demanda externa y a la subida de precios en el mercado internacional.

El principal destino de estas exportaciones sigue siendo China con el  38%, y los países que integran la Eurozona continúan en el segundo lugar, con una participación de casi el 15%, y Estados Unidos, el tercero, con el 6,4%.

El principal producto en la agenda de compras de China sigue siendo la soja, con más del 70% del producto exportado por Brasil en los primeros cuatro meses de 2021. El país asiático también se ha consolidado como el principal comprador de carne brasileña, absorbiendo el 54% de la proteína bovina, el 57% del cerdo y el 18% del pollo. Los chinos también fueron el destino del 20% de las exportaciones de fibra de algodón, el 43% de la celulosa y el 52% de aceite de soja.

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