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Mié, 26 junio, 2024

Testigo de un cambio: La ultraderecha en auge en la UE

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Omar Romano Sforza
Omar Romano Sforza
Empresario. MBA en Comercio Internacional y Marketing, Universidad de Miami, (Florida, USA). Periodismo, Facultad de Comunicación, Universidad de Navarra (Pamplona, España).

Por Omar Romano Sforza

Desde mi pequeño rincón en Madrid, he visto cómo el panorama político europeo cambia con una rapidez vertiginosa. Las recientes elecciones al Parlamento Europeo han dejado claro algo que muchos ya temían: la extrema derecha está en ascenso.

Los primeros resultados han sido un balde de agua fría. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea y candidata a la reelección, se ha comprometido a construir un «baluarte contra los extremos». «Vamos a contenerlos», afirmó con firmeza, apoyándose en la fuerza del Partido Popular Europeo (PPE), que sigue siendo el grupo dominante en el Parlamento Europeo. Con 189 escaños, el PPE se mantiene como la primera fuerza, destacando especialmente en España y Alemania.

Sin embargo, a pesar de este ascenso, la coalición entre la derecha moderada, los socialdemócratas y los liberales centristas sigue siendo mayoritaria, con un bloque de 389 escaños. No obstante, las pérdidas son palpables: los socialdemócratas han cedido cuatro escaños, los liberales han perdido 19 bancas y los Verdes han retrocedido 18 plazas.

En contraste, la ultraderecha ha ganado terreno. Dividida entre los Conservadores y Reformistas (ECR) e Identidad y Democracia (ID), ha logrado aumentar su representación. El ECR se sitúa ahora con 72 escaños, mientras que ID ha alcanzado 58, superando a los Verdes, que han quedado con 53.

El grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D) mantiene 135 escaños, apenas cuatro menos que en la legislatura anterior. Su líder, Iratxe García, ya ha manifestado su disposición a colaborar con la mayoría proeuropea. Por otro lado, los liberales de Renovar Europa y los Verdes/Alianza Libre Europea, aunque han sufrido importantes pérdidas, siguen comprometidos con una coalición proeuropea.

Pero el impacto más significativo se ha sentido en Francia, donde el partido Identidad y Democracia ha conseguido un impresionante 31.5% de los votos, duplicando a la alianza liberal de Emmanuel Macron. Ante este resultado, Macron ha convocado elecciones legislativas anticipadas. Alemania y Austria también han visto avances significativos de la extrema derecha.

El futuro de la Unión Europea se presenta incierto. La mayoría proeuropea deberá encontrar nuevas estrategias para mantener su cohesión y estabilidad frente a una ultraderecha cada vez más influyente. La pregunta que flota en el aire es cómo afectará esto a la política doméstica de los países miembros y, más importante aún, qué significa para el futuro de nuestra unión.

En Bruselas, el ambiente es tenso. La noche avanza y las discusiones en los pasillos de la Eurocámara se prolongan. Todos sabemos que estamos siendo testigos de un cambio significativo en el mapa político europeo, uno que requerirá sabiduría y fortaleza para navegar en los próximos años.

Ejercicio imaginario: Qué puede esperar América Latina de los cambios políticos en la UE

El ascenso de la ultraderecha en la Unión Europea es un fenómeno que podría tener repercusiones significativas en América Latina. A continuación, se presentan algunas posibles implicaciones:

  1. Política comercial y económica

Menos acuerdos comerciales: La ultraderecha europea tiende a tener una postura proteccionista, lo que podría dificultar la firma de nuevos acuerdos comerciales con países de América Latina. Esto afectaría especialmente a sectores como la agricultura y la manufactura, que dependen de exportaciones a Europa.

Revisión de acuerdos existentes: Los acuerdos comerciales vigentes, como el acuerdo de la UE con Mercosur, podrían ser revisados o renegociados bajo términos menos favorables para América Latina.

  1. Migración y políticas de visado

Políticas migratorias más restrictivas: Un endurecimiento de las políticas migratorias podría afectar a los ciudadanos latinoamericanos que buscan trabajar, estudiar o residir en Europa.

Cambios en políticas de visado: Podrían implementarse requisitos de visado más estrictos, limitando la movilidad y afectando tanto a los turistas como a los profesionales que viajan por negocios.

  1. Asistencia y cooperación internacional

Reducción de ayuda exterior: La ultraderecha europea podría priorizar el gasto interno sobre la cooperación internacional, resultando en una disminución de la asistencia financiera y técnica a proyectos de desarrollo en América Latina.

Condicionalidad en la ayuda: La ayuda que continúe podría estar condicionada a alineamientos políticos o económicos específicos, restringiendo la autonomía de los países receptores.

  1. Cambio climático y medio ambiente

Menos enfoque en la sostenibilidad: Un posible desinterés de la ultraderecha en políticas ambientales podría reducir el apoyo europeo a iniciativas de sostenibilidad en América Latina, afectando esfuerzos conjuntos para combatir el cambio climático.

Impacto en el acuerdo de París: La cooperación en temas ambientales podría debilitarse, complicando la implementación de acuerdos internacionales como el Acuerdo de París.

  1. Derechos humanos y democracia

Menor presión por derechos humanos: La ultraderecha podría mostrar menos interés en presionar por el respeto a los derechos humanos y la democracia en América Latina, alterando las dinámicas de influencia y apoyo en la región.

Aumento del apoyo a gobiernos afines: Podrían fortalecerse relaciones con gobiernos latinoamericanos de derecha o extrema derecha, influenciando el panorama político de la región.

  1. Inversiones y relaciones bilaterales

Cambios en inversiones: Empresas europeas podrían reconsiderar sus inversiones en América Latina, evaluando riesgos políticos y económicos en un contexto de mayor incertidumbre.

Relaciones bilaterales selectivas: La ultraderecha podría priorizar relaciones con países latinoamericanos que compartan su ideología, afectando la dinámica bilateral.

Estrategias de América Latina para navegar estos cambios

  1. Diversificación de relaciones internacionales

Fortalecimiento de vínculos con otros actores globales: Potenciar relaciones con Asia, África y otros bloques regionales para reducir la dependencia de la UE.

Acuerdos comerciales regionales: Fomentar el comercio intra-latinoamericano y fortalecer bloques como la Alianza del Pacífico y Mercosur.

  1. Innovación y competitividad

Inversión en innovación: Fomentar la innovación y diversificación económica para mantener la competitividad en el mercado global.

Adaptación a nuevas normas: Alinear estándares de producción y sostenibilidad con mercados más accesibles.

  1. Defensa de los derechos humanos y la democracia

Fortalecimiento institucional: Reforzar las instituciones democráticas y los derechos humanos para asegurar estabilidad interna y externa.

Coaliciones internacionales: Formar coaliciones con países que compartan valores democráticos y de derechos humanos.

América Latina puede esperar una serie de desafíos y oportunidades derivados del cambio político en la UE. Adaptarse estratégicamente será crucial para mantener y fortalecer su posición en el escenario internacional.

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